Es importante garantizar una buena higiene a tus gallinas y limpiar su gallinero. Los gallineros son una fuente de bacterias, enfermedades e infecciones. Para evitarlo, es aconsejable limpiar el gallinero con regularidad. Además, un gallinero limpio permitirá a tus gallinas crecer más rápido y vivir más tiempo.

¿Con qué frecuencia debo limpiar el gallinero?

Todos los días, cuando des de comer a tus gallinas, es importante que les cambies el agua, pero también que compruebes si hay alguna anomalía en el gallinero. Además, es importante retirar los excrementos de la cama para que tus gallinas estén limpias y evitar malos olores. Para retirar los excrementos puedes utilizar un rascador y una pala. Además, es importante dedicar unas horas cada semana a limpiar el gallinero. Durante esta limpieza, es importante cambiar la arena. Antes de colocar el nuevo lecho, debes desinfectar la caseta, vaciar y limpiar los bebederos y comederos.

Para no tirar la basura usada, puedes utilizarla como abono natural. Por último, un gallinero debe limpiarse dos veces al año. Es aconsejable hacerlo a principios de primavera y principios de invierno. Tus gallinas no deberían estar en casa. Durante esta limpieza, debes desinfectar todos los rincones del gallinero. No dudes en utilizar tu chorro de agua a alta presión durante esta limpieza.

También es importante utilizar un cepillo para fregarlo todo. Para desinfectar a fondo, Ducatillon España ha seleccionado un desinfectante de superficies eficaz para los gallineros. Es necesario secarlo todo para volver a colocar la cama en el gallinero y, una vez reinstalado el hábitat, es imprescindible airearlo antes de volver a meter a las gallinas.

Algunos consejos para el gallinero

Además de la desinfección, es esencial ventilar el gallinero todos los días. Esta ventilación ayudará a evitar los malos olores. Evidentemente, esta aireación debe realizarse además de la limpieza diaria de la yacija (retirar los excrementos). La madera es un material que debe vigilarse y tratarse con regularidad. Una vez al año es aconsejable tratar la madera y darle una mano de pintura. Este tratamiento le permitirá resistir las inclemencias del tiempo. Se recomienda utilizar productos adecuados para los gallineros y no utilizar productos nocivos. De hecho, los olores pueden persistir, pero también extenderse a tu jardín e intoxicar a tus gallinas y a otros animales con los que puedan cohabitar. Un producto común e inofensivo que puedes utilizar es el vinagre blanco. Por último, es importante proteger a los pollos del frío en invierno. Para ello, se recomienda un buen aislamiento. Además, cuando hace mal tiempo, es esencial comprobar si hay goteras en el gallinero. Las fugas son una fuente de bacterias y enfermedades para tus gallinas.